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Emprender en el Medio Rural, Lecciones y Reflexiones del I Foro de Emprendimiento Rural

Foto del escritor: Fernando GuerreroFernando Guerrero

Actualizado: 27 ene

Los días 12 y 13 de diciembre se montó una buena en Vila de Allariz (Ourense) con la celebración del I Foro de Emprendimiento Rural. Por allí pasaron emprendedores, mentores y gente de la administración pública para darle vidilla al tema de la innovación y el desarrollo sostenible en el campo. Hubo de todo: mesas redondas, talleres, feria de emprendedores, visitas a proyectos locales y un montón de ratos para hacer networking (descansar de lo online y vernos las caras que siempre viene muy bien).


Detrás de la organización estaba la Fundación Roberto Rivas, que se lo curró un montón para esta primera edición. Además de charlas y ponencias con expertos de aquí y de fuera, se presentó el Ecosistema Nacional de Apoyo al Emprendimiento Rural (ENAER), una plataforma para echar un cable a quienes quieren montar o impulsar sus proyectos en el entorno rural. Vamos, todo muy top y con enfoque colaborativo, tal y como nos gusta.


Uno de los momentazos del foro fue la entrega de los Premios al Emprendimiento Rural Innovador 2024, que tuvo lugar la mañana del 13 de diciembre. El primer premio, con 10.000 euros, se lo llevó ‘Agrolinera’, una DairyTech asturiana fundada por Pilar Menéndez y Juan Gutiérrez. Su proyecto consiste en la gestión inteligente de residuos en la ganadería láctea tradicional para hacerla sostenible y con menos impacto en el clima. Casi nada, ¿eh?


Después vinieron las menciones especiales, de 2.000 euros cada una. La Mención ABANCA “Impacto positivo en la zona” fue para Anceu Coliving, que propone un alojamiento rural donde la peña vive, curra y socializa a gusto (y sin agobios de ciudad). La Mención COREN “Innovación desde el territorio” se la llevaron los cracks de ‘Chorima Cosmética Atlántica, que hacen productos de belleza basados en los superpoderes de la naturaleza atlántica. Y la Mención Fundación Roberto Rivas “Fijación de población en el rural”, valorada en 1.000 euros, se la quedó la Asociación de Veciños de Puxedo, que lleva una década al pie del cañón recuperando patrimonio y promoviendo turismo sostenible. Por último, el Accésit “Proyecto local destacado” fue para Skomb by Tex’, un proyecto que fabrica biomaterial con los residuos del té kombucha para ropa y accesorios, así que imagínate qué pasote.


Pero lo mejor para mí fue ver en acción a María Rodríguez, mi compi de Como una Cabra, moderando la mesa de debate “Estrategias de éxito en emprendimiento rural”. Para nosotras es un orgullo verla en primera fila del foro, dando voz a las mujeres que estamos dando guerra en el medio rural. Además, en Como una Cabra nos mola juntarnos con gente que tiene un sueño emprendedor y echa raíces en el campo… y María se encargó de recordarle a todo el mundo lo importante que es compartir experiencias y apoyarnos unas a otras para que nuestros proyectos no se queden en una idea.


El Significado del Éxito según las Voces del Foro del emprendimiento rural

Después de la fiesta en Allariz y toda la inspiración que nos trajimos, llegó el turno de profundizar en uno de los temas más comentados durante el foro: el éxito. Porque, seamos sinceras, a veces nos venden la moto de “éxito = forrarse rápido”, pero en el mundo rural las cosas siguen otros ritmos.


Aunque el foro estuvo repleto de otras mesas redondas y debates súper interesantes, nosotras le tenemos especial cariño a la que moderó nuestra compi María, porque sintoniza de lleno con lo que hacemos en nuestra organización. Cada persona aportó una visión muy distinta y, a la vez, complementaria de lo que significa triunfar (o al menos intentarlo) en el entorno rural.



Iván del Caz: La pasión como brújula


Iván del Caz, experto en innovación territorial, comparte su visión sobre el emprendimiento rural durante el foro, destacando la pasión como clave de éxito.
Foto del I Foro de Emprendimiento Rural

Iván, especialista en innovación territorial, vino a sacudirnos con su visión sobre el capitalismo, la economía y el rural. Defiende a capa y espada que la pasión es la que marca el camino, y que el dinero debería ser solo el combustible, no el destino final:


“Para mí el éxito es hacer aquello que te apasiona (…) y que lo económico sea simplemente sostenible”.

No se cortó al afirmar que el capitalismo actual está tambaleándose y que el cambio real pasa por el rural, porque es allí donde todavía se puede reformular el modo de producir y de vivir. Pero la frase que más nos hizo pensar fue:


“Si no existiera el dinero, ¿estarías haciendo lo mismo que estás haciendo ahora? Si la respuesta es ‘Sí’… eso es el éxito”.

Desde luego, a más de una le tocó replantearse en qué está invirtiendo su tiempo.



Idoia Cuesta: Tranquilidad y paz mental para dormir a gusto


Idoia Cuesta, creadora textil, habla sobre el equilibrio entre el trabajo artesanal y el emprendimiento rural, subrayando la importancia de la paz mental.
Foto del I Foro de Emprendimiento Rural

Idoia apareció compartiendo lo genial (y a veces duro) que es trabajar en plena reserva de la biosfera, con sus nieblas y su frío. Para ella, el éxito no se mide únicamente en euros; lo ve mucho más ligado a la paz mental y a la posibilidad de desconectar al final del día:


“Para mí el éxito (…) es poder dormir tranquila y decir: ‘Guay, estoy donde quiero estar, sé que voy a tener trabajo”.

Eso no significa que su camino haya sido fácil. Idoia habla de tropiezos (o “tortazos”) como su mejor escuela, ya sean financieros, logísticos o personales. Lo importante es aprender de cada error y crecer. Su dualidad entre lo local y lo global —trabajando su propia marca de cestería y colaborando con grandes empresas— es buen ejemplo de cómo se puede triunfar sin renunciar a las raíces.



Natalia Valle: Alianzas, tecnología y la montaña rusa de emprender


Natalia Valle, cofundadora de Plant on Demand, reflexiona sobre los retos del emprendimiento rural y el uso de la tecnología para impulsar la sostenibilidad.
Foto del I Foro de Emprendimiento Rural

Natalia, cofundadora de Plant on Demand, trajo una perspectiva más tecnológica y social. Su gran motivación es crear plataformas que acerquen la agroecología y la producción local a mercados más amplios. Para ella, el éxito pasa por alinear las habilidades innatas de cada persona con un propósito compartido:


“Para mí el éxito es (…) escuchar esas habilidades naturales de cada persona y ser capaz de traer al mundo eso que te viene natural”.

El gran reto, cuenta Natalia, es equilibrar el ideal de “querer ayudar” con la supervivencia económica. Y es que una startup, sobre todo cuando apuesta por la sostenibilidad, puede enfrentarse a periodos de bonanza y, al momento siguiente, verse en aprietos. Esa montaña rusa es, al fin y al cabo, parte del día a día emprendedor.



Xesús Mazaira: El ‘boom’ del queso y respetar el propio ritmo


Xesús Mazaira explica cómo el emprendimiento rural puede florecer gracias a la pasión y la gestión responsable, tomando como ejemplo la quesería Airas Moniz.
Foto del I Foro de Emprendimiento Rural

Por último, Xesús Mazaira compartió la historia de la quesería Airas Moniz, que casi se va al traste tras recibir un premio y aumentar la producción de golpe. Tuvieron que tirar toda la partida y pasar un mes sin actividad. Una experiencia durísima que, en sus palabras, les enseñó a marcar su propio ritmo:


“Cada empresa tiene una dimensión, y cuando te escapas de ella, dejas de ser tú misma”.

Xesús defiende que no siempre hay que crecer sin parar; a veces, lo importante es mantenerse fiel al propósito y a los recursos de que se dispone. En su caso, vivir de la pasión —en este caso, hacer queso— ya es de por sí un logro y una forma de éxito.


Reflexiones Finales


El I Foro de Emprendimiento Rural no solo fue un espacio de conocimiento y networking, fue también de sorpresas, inspiración y, por qué no decirlo, alguna que otra revolución interna. Salimos de allí con la certeza de que el rural es un caldo de cultivo para ideas brillantes (aunque haya niebla y haga fresco) y que, si sabemos aprovechar las redes de apoyo, formarnos y mantener la pasión, podemos llegar donde queramos.


Al final, la moraleja es que no hay una sola fórmula. Cada proyecto tendrá su estrategia y sus propios ritmos. Lo esencial es no perder de vista nuestros valores, ni dejarnos arrastrar por tendencias que nos alejen de lo que nos hizo enamorarnos del emprendimiento rural en primer lugar. Si algo queda claro, es que las oportunidades son infinitas y que, con la mezcla adecuada de colaboración, tesón y un puntito de locura, el campo puede ser el escenario perfecto para emprender, aprender y hasta cambiar el mundo.


¡Larga vida a los negocios rurales con propósito! Y a seguir dándole caña a la imaginación, que en el pueblo también se sueña.


Palabras clave “emprendimiento rural”, “innovación en el campo”, “rural” y “desarrollo sostenible”

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